Utilizar aire de mala calidad en su sistema tendrá como consecuencia gastos adicionales en paradas de planta no deseadas, reparaciones, mantenimiento y reemplazo prematuro de partes. Además del consecuente deterioro de sus máquinas, su personal de mantenimiento deberá ocupar parte de su tiempo purgando filtros, separadores y válvulas.
El agua transportada en el aire que genera el compresor, sirve como medio de transporte para otros contaminantes causando además pérdidas de carga, oxidación, escamas de corrosión y todo tipo de problemas en cañerías, válvulas y equipos accionados con aire.
Todo esto se traduce en importantes extracostos, una disminución de la vida útil de la red, baja de eficiencia de la planta en su conjunto y un mayor consumo de energía eléctrica.
Hasta la proxima,
Marcelo Cassani
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