Hoy 2 de enero de 2020 cumpliría 100 años Isaac Asimov el creador de las leyes de la robótica.
Tenía fascinación por los robots, escribió una saga sobre ellos y acuñó la palabra «robótica».
Yo, Robot es la novela más conocida de esa colección. Asimov vaticinaba el impacto que tendría la incorporación de una tecnología computarizada en la vida cotidiana y laboral, no solo en cadenas de montaje, sino en tareas intelectuales y de cuidado (babysitters): «Los robots harán los trabajos que hacen los hombres porque no usamos el cerebro», aseguraba. La convivencia entre robots y humanos modificaría las relaciones y surgirían nuevos, interesantes y complejos vínculos entre máquinas y hombres.
Asimov enuncio las tres leyes de la robótica para entender este entramado, cruciales para evitar el abuso de esta tecnología:
1. Un robot no hará daño a un ser humano ni permitirá que un ser humano sufra daño;
2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la primera ley;
3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o segunda ley.
Pero no se quedó ahí, en 1983 (época de la guerra fría y el temor a un conflicto nuclear) hizo algunas predicciones al diario The Star para el 2019:
Según el artículo de The Stars, Asimov asevera que “la sociedad hará que sea imposible prescindir de ellos, excepto cortejando el caos y aquellas partes del mundo que se atrasan al respecto sufrirán obviamente como resultado que sus cuerpos gobernantes clamarán por la informatización como ahora claman por las armas”.
En mi barrio diríamos que desde el punto de vista de Asimov la informatización se necesitará más que la guerra. También asegura que los hábitos de trabajo cambiarán. Si no me cree mire hacia atrás un par de años y vea como cambiaron…
También asegura que el futuro destruirá nuestras mentes y que los trabajos que desaparecerán serán los más simples o los enfocados a una rutina en una oficina. Según The Star en referencia al artículo de 1983, “los trabajos que sean lo suficientemente simples, lo suficientemente repetitivos y lo suficientemente estúpidos como para destruir las mentes finamente equilibradas de aquellos seres lo suficientemente desafortunados como para haber sido forzados a pasar años haciéndolos para ganarse la vida, pero lo suficientemente complicados como para descansar por encima de la capacidad de cualquier máquina que no sea una computadora”.
Y sentencia finalmente: los robots y las computadoras que estén “perfectamente diseñados” tomarán el control y nos dominarán. Los trabajos actuales estarán destinados a crear, instalar y mantener robots y ordenadores y habla de la creación de máquinas inteligentes, refiriéndose claramente a la que conocemos hoy como inteligencia artificial.
Es fundamental entonces que la educación en la población implique un cambio de naturaleza para que grandes poblaciones sean enseñadas a lidiar con la tecnología y que sean “informadas en computación”. La población aumentará exponencialmente y los gobiernos serán incapaces de abordar las problemáticas que implica este exceso de población humana. Esto será alimentado por una irresponsabilidad humana acerca de la contaminación y el desperdicio de recursos, y aunque desprecia a los gobiernos en el 2019, asegura que se crearán herramientas para revertir el daño al medio ambiente.
Pero no todo es malo según Asimov. La educación se mejorará gracias a la inclusión de las tecnologías actuales. Otra de las predicciones de Asimov que podemos considerar como cierta es que los humanos serán ricos en ocio en el 2019. Por ocio, Asimov se refiere a “ocio para hacer algo que uno quiere hacer; ser libre para participar en la investigación científica, en la literatura y las artes, para perseguir intereses fuera de la vía y fascinantes pasatiempos de todo tipo”.
No podemos negarlo, todo un visionario. Mis respetos al genio de Isaac Asimov.
Hasta la próxima y feliz 2020 para todos,
Marcelo Cassani
Deja una respuesta